Diez canciones (I)

Nick Hornby, autor de "Alta Fidelidad" (cuya versión cinematográfica es una de mis películas favoritas), escribió también "31 Canciones". Un libro en el que da repaso a momentos importantes de su vida con el sonido de treinta y un temas musicales de fondo.

Este tema es recurrente en Hornby, ya en "Alta Fidelidad" los protagonistas hacen listas para diferentes circunstancias: las cinco principales para tu funeral, cinco principales para comenzar un lunes, etc. Esto inspiró también a los guonistas de "Lost" para el penúltimo capítulo de la tercera temporada, "Greatest Hits".

Todo el mundo tiene una banda sonora en su vida, canciones o melodías que ayudan a evocar pasajes con una nitidez extraordinaria, más que con cualquier otra percepción sensorial (con el permiso de olores y aromas). Yo también, y sin demasiada pretensión, déjame que te presente mis diez principales por orden de aparición. No son las mejores, pero sí las más representativas.

1) ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA: Tightrope

"Flamenco nooo ¡ROCANROL!", un grito de guerra para cortarle el rollo a mi padre y a sus amigos en plena fiesta flamenca, para que dejasen de hacer palmas y cantar con quejío y pusiesen este álbum de la ELO en el tocadiscos. Tenía tres años, y como ya he contado en otra entrada de este blog, el rock empezaba a llenar mi vida. Mientras que mis compañeros de colegio crecían con Parchís y Petete, encontraba en las guitarras eléctricas la inspiración que los músicos infantiles del momento no me podían ofrecer.

Por aquel entonces aprendí a leer y a escribir, que cuando se come en público no se coge de un plato común ni en primer ni en último lugar, que hay que dar las gracias y pedir "por favor", que las niñas eran de otro mundo y que las lentejas, espinacas y garbanzos eran la forma de castigo más cruel que una madre podía inventar.

2) ALAN PARSONS PROJECT: Prime Time

Tengo muchos recuerdos puntuales de cuando era un crío. Si tuviese que escribir mis memorias lo tendría duro; se asemejarían más a un álbum de lomografías, difusas y alteradas para potenciar sus impresiones. Por ejemplo, no recuerdo nada del vídeo de "Prime Time" salvo la escena de la chica acorralada por los maniquíes en el callejón. He tenido que verlo ahora y llegar a esa escena para comprobar que era el que yo recordaba.

Odio los maniquíes, y los payasos. Concretamente a algunos payasos a los que tuve que aguantar durante mi época de estudiante en el colegio. Me hicieron la vida imposible. Afortunadamente llegaron los 14 años y, con ello, el instituto y el fin de la educación exclusivamente masculina y represiva de un colegio de curas.

También odio a los curas.

3) LOQUILLO: El Ritmo del Garaje

Tuve una época rockabilly. En la búsqueda de una identidad propia, me sentí atraído por la rebeldía de los rockeros como Loquillo o Carlos Segarra, auténticos líderes de la revolución. Incluso llevé durante una época un corbatín tejano y puntas de acero en los cuellos de la camisa. Guardo la foto para cuando sea padre, que mis hijos le pierdan el miedo a hacer el ridículo de vez en cuando.

Con el tiempo fui descubriendo cosas sobre mis ídolos musicales. Por ejemplo, que la bandera confederada que tanto veneraban era el símbolo de la opresión de los estados del sur de norteamérica contra los esclavos negros. Y que para tener un tupé como ellos había que condenarse a perder el pelo con cuarentaypocos años. Las puntas y el corbatín acabaron en la basura; y con ellos, la rebeldía de muchos líderes del apalancamiento y la hipocresía más popularmente aceptada.

4) RADIO FUTURA: Annabel Lee

"La Bola de Cristal" fue una revolución audiovisual y cultural. Su directora, Lolo Rico, dio en el clavo con el programa, que en horario de sábado por la mañana (te recuerdo que ahora tenemos CallTV, zappings y programas de prensa rosa amarillenta) nos enseñó a los niños que a veces solo no puedes, pero con amigos sí, y que si no querías ser un palurdo debías leer.

Muchos artistas del panorama musical español del momento, al no existir internautas a los que castigar con su avaricia recaudatoria, se dedicaron a ponerle excelente banda sonora a este proyecto: Radio Futura (a los que descubrí gracias al programa), Loquillo, Alaska o los Toreros Muertos, por citar algunos.

El video de "Annabel Lee" despertó en mí el interés por los grandes de la literatura de terror, como Lovecraft o Poe, o incluso el mismísimo Bécquer. Un género que sigo cultivando con 34 años.

Por aquel entonces, la caja tonta se preocupaba porque fuésemos un poco más listos. Justo al revés que ahora.

5) SMITHS: There Is A Light That Never Goes Out

¡Qué grandes fueron! Grabaron cuatro discazos de estudio y se retiraron cuando no podían hacer nada mejor, cultivaron canciones de corta duración cuando la radio fórmula de todo el mundo pinchaba circunloquios interminables herencia del post punk, cantaron a la angustia juvenil y la sexualidad cuando nadie más se atrevía e hicieron de las estrellas en declive su imagen corporativa. Manchester era un padre que acababa de enterrar a su hijo más llorado y dos jóvenes, uno de ellos con una voz particular y mucho talento para escribir y el otro con una técnica envidiable a la hora de tocar riffs y componer, decidieron que había que reponerse cuanto antes.

The Smiths me acompañaron durante los últimos años de instituto y toda la universidad, mientras terminaba mis estudios de ingeniero técnico en informática (no fue precisamente poco tiempo, a quien diga que es "una carrera de tres años" le desafío a que la haga en seis...). De hecho, siguen conmigo. He cambiado la cinta por el iPod, pero sigo escuchándoles siempre que puedo. Todavía no sé qué es lo que más me gusta de su música; tal vez los temas que trataban en sus letras, en las que Morrissey desnudaba todas las inquietudes de un joven de veintipocos, sensible y con una sólida educación autodidacta basada en los libros ("there's more in life than books, you know, but not much more"). O tal vez sea por ese sonido sucio, hipnótico, crepuscular y envolvente. Da igual, me he pasado horas, días, oyendo uno tras otro los temas de The Smiths, cantándolos, traduciéndolos y sintiéndolos.

A sus canciones les debo gran parte de mis conocimientos de inglés. No sólo de grammar vive el hombre...

 "Ojalá que llueva café irlandés en el campooo..."

Mañana o pasado escribiré la segunda entrega de este microdiario íntimo. Si algo o alguien no me detiene antes.

Un saludo con anteproyecto.

8 comentarios: (Comenta)

Maria de C. dijo...

Yo quiero saber el resto de la lista :)

Miguel Carrillo dijo...

Mañana, o pasado :-)

Ni dijo...

Muy bueno. He vuelto atrás en el tiempo unos años. Pensaba que había borrado la imagen de tu corbatín y puntas de acero, pero no, ahí sigue la puñetera :-)
A ver, ya tengo interés por ver el resto de canciones

Capuchino de Silos dijo...

Pero ¿cómo se pueden tener una hortesias tan azules y maravillosa? Hay que echarle hierro, pero le habrás echado una cancela ¿no?
¡¡¡Están preciosas!!!
Estamos muy cerquita a media hora en el ave.
Saludos

Miguel Carrillo dijo...

¡Hola Capuchino! Para tener esas hortensias creo que hay que tener suerte, porque con el clima tan loco que tenemos demasiado aguantan las campeonas. Uso un fertilizante de plantas verdes genérico en una concentración muy baja en agua, a falta de algo mejor. Por desgracia no ha pasado lo mismo con las gardenias, tendré que esperar un poco :-)
Nieves, a ver si te vemos que tenemos un detallito para ti de cumpleaños.

Miguel Carrillo dijo...

Por cierto, desafortunada foto de The Smiths que he puesto: una en la que no sale Johnny Marr y sí Craig Gannon, un tipo que fue guitarrista de refuerzo del grupo en 1986 y que intentó exprimirlo todo lo que pudo durante su corta trayectoria; incluso demandó a Johnny Marr porque decía que algunos arreglos de "Ask" los había compuesto él y era Marr quien se llevaba la pasta. A saber si llevaba razón. "Ask" es la canción menos brillante e inspirada del grupo, lanzada para dar la réplica al batallón de bandas británicas (encabezado por Housemartins) que hacían "pop jovial de campanillas".

Capitán Brannigan dijo...

He de confesar que fui un autodidacta a la hora de establecer mis criterios musicales a edades tan tempranas,de lo contrario me hubiera convertido,con todos mis respetos hacia esos artistas,en un acérrimo seguidor de "El Cabrero",Isabel Pantoja,"El Lebrijano",los interminables volúmenes de chistes de gangosos de Arévalo,etc. si hubiera seguido las preferencias musicales de mis padres.
Yo aprovechaba las "sobras" de unos hermanos que vivieron en su adolescencia el estallido de la Movida y la apertura sin censuras de España al mercado Pop-Rock internacional.De esta forma empecé a cultivar mis oídos con Pink Floyd, Alan Parsons Project, Rolling Stones, The Beatles, Tangerine Dream, Iron Maiden, Kool & The Gang,etc.Una vez encontré una cinta de "Los Pecos",pero siempre quise pensar que se le había olvidado a una de las novias de los ligones de mis hermanos.En fin,puede que no sean las mejores referencias para muchas personas,pero ellos no vivieron ni viven mi vida.

Miguel Carrillo dijo...

Tengo en casa una colección de discos del sello Putumayo (entre ellos, algunos del catálogo Putumayo Kids) que algún día servirán de estímulo para mis hijos. Son recopilaciones temáticas con el objetivo didáctico de enseñar a descubrir los sonidos del mundo. La variedad es tal qu abarca desde nanas del mundo, hasta villancicos de Nueva Orlèans, pasando por música árabe marchosa, asiática de relajación, etc. Todos los temas están escogidos con un gusto exquisito, y Putumayo no ha escatimado esfuerzos en fichar a los mejores.

Ahora, si mis futuros hijos deciden que no les gusta lo que oyen, pues que hagan como rezaba Carmen París a ritmo de jota: "limítate a escuchar lo que siempre te ha gustado para que no sufras más".

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